2. La evolución de los medios de comunicación científicos en la era digital.

Museo del futuro (Futurium), Berlin.

Editado por María Ordoñez Cruickshank

A finales del siglo pasado, los costos cubiertos por las editoriales incluían la preparación tipográfica y gráfica de los artículos, impresión y logística para el envío de los ejemplares a sus subscriptores alrededor del mundo. Sin embargo, la creación y posterior generalización del uso del internet, ha convertido este tipo de egreso en gastos marginales. La digitalización de la información trajo una significativa disminución del costo de producción de las revistas, pero no hubo reducciones correspondientes en el precio del producto para el usuario. Las editoriales justifican el continuo incremento de precio del capital informativo con los costos que representan con los espacios y recursos humanos necesarios para la edición de formato de los artículos publicados, el diseño y mantenimiento de los sitios en internet y las actividades relacionadas a la promoción de su revista dentro de la comunidad científica. 

Después del surgimiento del internet, se esperaba que la comunidad científica hiciera un cambio significativo en sus medios de comunicación al explotar la posibilidad de compartir información y acceder a ella de manera inmediata, así como facilitar el proceso de revisión de los artículos publicados por otros científicos sin importar su ubicación geográfica. Estas son las condiciones ideales en las que se pudieron haber recuperado los medios de comunicación académicas, sin embargo, ha sucedido lo contrario; las grandes casas editoriales han incrementado progresivamente su presencia en el mercado y en la actualidad, las 5 principales editoriales publican más del 50% de los artículos académicos y se han transformado en uno de los negocios más redituables en el mercado de la información (Larivière V, 2015).

El mercado editorial científico es un nicho que ha logrado mantener el crecimiento constante de sus ganancias a pesar de la crisis que otras ramas editoriales enfrentan en la actualidad. En 2017, se calcularon las dimensiones globales del mercado editorial especializado en ciencia, tecnología y literatura médica estimando un valor de 25 mil millones de dólares (Johnson R, 2018). Los ingresos obtenidos por revistas académicas se calcularon en cerca de 10 mil millones y los libros especializados generaron ingresos de aproximadamente 3.2 mil millones de dólares. Por otra parte, en el año 2016 las bibliotecas académicas cubrieron gastos de cerca de 8,100 millones de dólares para cubrir costos de suscripción y cuotas de publicación (Johnson R, 2018).

Mientras las bibliotecas académicas luchan por pagar las crecientes cuotas de acceso a la información, las editoriales han logrado márgenes de ganancias anuales superiores a las de empresas tecnológicas, farmacéuticas y financieras. A manera de ejemplo, el gigante editorial Elsevier duplicó el monto absoluto de sus ganancias —de 665 millones de dólares a 1452 millones de USD— en el periodo comprendido entre los años 1991 y 1997 (Larivière V, 2015). Además, entre los años 2006 y 2013, la división científica de esta compañía incrementó de manera estable su margen de ganancias anuales de 30.6 a 38.9% (Larivière V, 2015). Otros gigantes editoriales mostraron márgenes de ganancias anuales similares, como es el caso de Springer Science + Business Media, que en el año 2012 gozó de 35%, Wiley en su división técnica, científica y médica mostró un 28.3% y la editorial Taylor y Francis un 35.7% (Larivière V, 2015). Tales cifras, dejan claro que estas empresas se están enriqueciendo a expensas de la comunidad científica y de los fondos públicos invertidos para la investigación.

La comunidad científica buscando soluciones a sus problemas.

A pesar del desolador panorama de los medios de comunicación académicos, existen iniciativas alrededor del mundo para recuperar el control de los canales informativos en la ciencia. La cristalización del ideal de ciencia abierta comenzó a la par del desarrollo del internet. Al generalizar el uso de esta tecnología, fue posible difundir por primera vez la información de manera masiva, libre e inmediata, abriendo la posibilidad de centralizar el conocimiento y su discusión, no en una revista particular, sino en la red. El concepto de ciencia abierta contempla la distribución completa de la información primaria de un proyecto de investigación hasta su interpretación, brindando los métodos y materiales empleados, el procesamiento estadístico utilizado para el análisis de la información y finalmente, el acceso completo y gratuito a los artículos publicados. 

Un beneficio adicional es que este modelo brinda nuevas alternativas de intercambio que ayudan a sobrellevar las dificultades de comunicar información técnica de creciente complejidad. Este es el caso del proyecto del genoma humano (Human Genome Project, HGP) lanzado en 1990 y concluido 13 años después, cuyo objetivo era conocer la secuencia completa del código genético humano. El proyecto fue financiado por el gobierno de los Estados Unidos y tuvo el objetivo de crear una base de datos accesible públicamente que permitiera la disponibilidad inmediata de la información generada. Esta estrategia posibilitó la colaboración de una miríada de grupos de investigadores a nivel mundial de una manera nunca vista. La notable apertura del proyecto permitió la utilización de la información contenida en la base de datos GenBank (generada para el HGP) de manera irrestringida, investigadores dedicados a campos tan diversos como oncología y genética clínica, ecología, biología del desarrollo, antropología y biología de la evolución pudieron hacer uso de este inmenso acervo para distintos propósitos. Al mantener la información de este proyecto en un espacio público, se ofrece la posibilidad de reutilizarla para su posterior análisis por otros investigadores, que pueden emplearla para fines distintos al propósito original de la investigación. Este caso es un testimonio de los beneficios que trae la apertura de la información y ofrece un argumento para mantener los resultados de investigación públicamente financiada fuera de las restricciones de propiedad intelectual que individuos o empresas privadas deseen imponer para limitar su uso o acceso.

Acceso abierto. 

Museo de Etnografía en el parque de la ciudad de Budapest.

El acceso abierto (AA) se refiere a la posibilidad de obtener de manera libre la información producida por los autores de un proyecto de investigación. Esto permite que cualquier persona interesada en un artículo, pueda acceder a él desde medios de búsqueda comunes y utilizarlo sin pagar cuotas de suscripción. Las bases de este movimiento fueron asentadas formalmente en la conferencia “Free Online Scholarship”, organizada por la iniciativa de acceso abierto de Budapest en el 2001 (BOAI, 2001).

            Sin embargo, el acceso abierto y gratuito para el lector no se traduce en nulidad de costos pues el proceso de publicación implica gastos que necesitan ser cubiertos. Existen dos vías principales para financiar el acceso abierto, llamadas “verde” y “dorada”. En el primer caso, la licencia de protección de propiedad intelectual de las revistas permite que el autor o la institución que financia la investigación conserven los derechos de la información que publican. De esta manera, se permite compartir la versión aceptada de un artículo en repositorios públicos de universidades u organizaciones científicas y estos pueden ser descargados de manera libre (por ejemplo bioRxiv.org). Además, este modelo permite que los autores envíen de manera directa los artículos a las personas interesadas por medios digitales.

            El segundo método, el dorado, se ha conocido en la jerga académica como “pagar por publicar”. Esto se refiere al pago por los autores de cuotas de procesamiento que la editorial considera necesarias para cubrir los costos de edición y publicación. Algunas revistas previamente accesibles mediante una suscripción han implementado modelos híbridos en los que algunos artículos pueden estar disponibles al público tras pagar cuotas adicionales por los autores, mientras mantienen la suscripción de sus lectores para acceder al resto de sus artículos publicados. Desafortunadamente, esta opción ha traído la creación de barreras económicas para la publicación abierta (llegando hasta los 4400€ por artículo) y se ha creado un mercado adicional. En el año 2013 se estimó un ingreso adicional a las editoriales de 128 millones de dólares (114M €) por esta vía y alcanzó los 344 millones (307M €) en el 2016, representando aproximadamente el 9% de los ingresos totales del mercado editorial académico en este año (Johnson R, 2018).

Beneficios del acceso abierto.

El acceso abierto identifica al conocimiento científico como un bien público y trae ventajas significativas para los científicos, instituciones de investigación y la sociedad.  En una revisión publicada en el año 2016, se encontró un impacto positivo de la implementación del acceso abierto en la utilización de la información al facilitar su diseminación y acceso. Además, bajo las licencias abiertas de derechos de autor (Creative Commons – BY o CC-BY), se permite reasignar el propósito de la información publicada facilitando la producción de bienes informativos secundarios como notas de divulgación científica (Tennant JP, 2016).

Otro beneficio es la creación de ecosistemas de investigación estables que faciliten el acceso universal a la información, a través de repositorios públicos de información. Esta estrategia puede corregir la situación de desigualdad de acceso entre naciones en desarrollo y las potencias económicas, además de dar la oportunidad de publicar con mayor facilidad investigaciones de relevancia local, potencialmente rechazadas en medios internacionales.

            Los beneficios para el autor se centran en la mayor visibilidad de su trabajo, logrando hasta un 62% más descargas al publicar de manera abierta y un mayor número de citas (Davis PM, 2011). En un estudio de 200,000 artículos publicados con acceso abierto y 100,000 con restricciones de lectura, se encontró que aquellos de acceso libre tuvieron un 18% más citas que sus contrapartes (Piwowar, 2018). Además, la creación de métricas alternativas para la medición del impacto de la información (por ejemplo, la iniciativa Altmetrics), ha permitido observar una mayor difusión en redes sociales y un aumento de la visibilidad de la investigación fuera de la comunidad académica (Johnson R, 2018).

            El acceso abierto brinda ventajas económicas siempre y cuando se implemente de manera sistemática. En instituciones con gran necesidad de acceso a la información —como universidades—, el pago derivado de cuotas de publicación o creación y mantenimiento de repositorios puede ser diluido por los ahorros en el presupuesto dirigido al acceso de la información. En un estudio publicado en el 2008 (RIN, 2008), se realizó un modelo predictivo para calcular el beneficio económico de este tipo de medidas en el Reino Unido. En este supuesto, el 90% de los artículos serían publicados usando cuotas pagadas por los autores y los ahorros en el sistema de investigación ascenderían a 632 millones de euros anuales (560 millones de libras) por ahorros derivados en pago por acceso y beneficios económicos secundarios al garantizar la apertura de la información.

Los datos arrojados por estas investigaciones apuntan a que la adopción de una estrategia de ciencia abierta traería enormes beneficios en el empleo y difusión de la información científica financiada con fondos públicos, así como enormes ahorros al proveer de acceso inmediato y gratuito la información científica a las instituciones educativas y de investigación.

Otros artículos de esta serie:

Referencias:

Larivière V, Haustein S, Mongeon P (2015). The Oligopoly of Academic Publishers in the Digital Era. PLoS ONE 10(6): e0127502. doi:10.1371/journal.pone.0127502

Johnson R., Watkinson A, Wabe M, The STM report. An overview of scientific and scholarly publishing. 5th edition October 2018 https://www.stm-assoc.org/2018_10_04_STM_Report_2018.pdf

Tennant JP, Waldner F, Jacques DC, Masuzzo P, Collister LB, Hartgerink CH. The academic, economic and societal impacts of Open Access: an evidence-based review. Version 3. F1000Res. 2016 Apr 11 [revised 2016 Sep 21];5:632. eCollection 2016.

Davis, P. M. (2011). Open access, readership, citations: A randomized controlled trial of scientific journal publishing. FASEB J, 25(7), 2129-34. doi:10.1096/fj.11-183988

Piwowar H, Priem J, Larivière V, Alperin JP, Matthias L, Norlander B, Farley A, West J & Haustein, S (2018). The state of OA: a large-scale analysis of the prevalence and impact of Open Access articles. PeerJ, 6:e4375. https://doi.org/10.7717/peerj.4375

Research Information Network (RIN). Activities, costs and funding flows in the scholarly communications system in the UK. May 2008. Disponible en: http://www.rin.ac.uk/system/files/attachments/Activites-costs-flows-report.pdf

Recursos:

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/genbank

https://www.genome.gov/human-genome-project

https://www.budapestopenaccessinitiative.org/background

https://www.biorxiv.org

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